sábado, 3 de mayo de 2014

COHETES, LATAS DE CERVEZAS Y ENCUENTROS CERCANOS CON OVNIS

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UN EXTRAÑO ENCUENTRO EN LA NOCHE
El 23 de octubre de 1965, sobre las 19:15 horas, el locutor de radio James F. Townsend de 19 años circulaba a unos 6 kilómetros cerca de Long Prairie (Minnesota), cuando de repente, al girar una curva, el motor y los faros de su automóvil se apagaron. Frente al coche, a unos 6 metros de distancia, Townsend observó estupefacto, en mitad de la carretera, un extraño artefacto en forma de cohete, de color plateado, que desprendía una gran luminosidad "tan brillante como la luz del sol". El objeto tenía unos 9 o 12 metros de altura, 3 metros de ancho, y estaba apoyado sobre unas aletas. El testigo se bajo del vehículo con la intención de empujar el coche contra el “cohete” y derribarlo, para obtener una prueba de su experiencia. En ese preciso momento de la parte trasera del objeto surgieron tres diminutas entidades.

Dibujo realizado por el testigo del supuesto OVNI.
 
 
 
 
Los estrafalarios “tripulantes” de unos 15 centímetros de altura, parecían latas de cerveza, de un color oscuro o marrón, y sus piernas tenían forma de aletas. Cuando caminaban lo hacían sobre sus dos patas, pero al detenerse, surgió de su espalda una tercera “pierna” que les servía de apoyo y estabilidad. En su parte superior tenía tres brazos delgados como cerillas. Según Townsend estuvo frente a los “seres” unos 3 minutos, sin que nadie se moviera. No distinguió ningún rasgo facial en las criaturas aunque asegura que; “creo que me estaban mirando”. Tampoco escuchó ningún tipo de ruido. Posteriormente las “latas” regresaron al objeto y el “cohete” luminoso comenzó a despegar lentamente mientras el locutor escuchaba un zumbido.
Del "cohete" surgieron 3 pequeñas criaturas en forma de lata de cervezas...
 
 
 
 
Cuando el objeto estaba a cierta altura, quizás unos 500 metros, se apagó la luz brillante, mientras las luces y el motor del automóvil comenzaron a funcionar de nuevo. Más tarde, en compañía del sheriff Lavern Lubitz, acudió a la zona y encontraron tres líneas sobre el asfalto de una sustancia aceitosa. El oficial de policía Jim Bain recuerda que Townsend acudió a la comisaria asustado y tembloroso, además de confirmar a los investigadores que el testigo era una persona de buena reputación y no bebía. Al parecer dos cazadores confirmaron, en parte, el encuentro del joven locutor de radio, al asegurar que sobre esa hora observaron un objeto brillante en la zona. En 1969 el joven fue interrogado por un oficial de la Fuerza Aérea, determinando que su visión tenía unas causas psicológicas, aunque proyecto Bluebook afirmó que oficialmente no realizaron ninguna investigación del caso. Por su parte, el Dr. Joseph Allen Hynek, consultor de la USAF para analizar los informes OVNIs, recibió una carta del testigo, aunque tampoco profundizó en el curioso encuentro. No obstante las autoridades comunicaron que esa noche no hubo ninguna detección de radar anómala. El Dr. Hynek, en su libro “El Informe Hynek” (1977) decía acertadamente sobre este tipo de eventos que: "Parece casi evidente que las posibilidades de ver un OVNI son mayores si se conduce un vehículo que si se está sólo en un campo abierto. En un caso tras otro, los informes contienen la frase “al trasponer una curva del camino”. Si bien estos objetos no están siempre detenidos en el camino, parecen estarlo con bastante frecuencia. Hay que preguntarse por qué, cuando hay campo abierto a cada lado del camino"...




ENCUENTROS CERCANOS CON LA “DISTORSION”
Sin duda la apreciación del Dr. Hynek es acertadísima y se ajusta, a la perfección, a la mayoría de encuentros cercanos ocurridos en carretera. Es evidente que el fenómeno, orquestado por un agente externo desconocido, busca una clara interactividad con los eventuales observadores, a la par que les ofrece un “espectáculo” casi inédito y exclusivo para cada ocasión. En el presente evento queda patente que tanto la forma del OVNI como la de sus minúsculos ocupantes obedecen a un “aporte” personalísimo del testigo, que el agente externo incorpora a la experiencia mediante la Creación Compartida y desarrollada bajo lo que la Teoría de la Distorsión denomina la Creatividad Onírica.


En las películas y series de ciencia ficción de los años 50 y 60 se podían ver con frecuencia cohetes espaciales. (Destination Moon. 1950)
La portada del célebre comic de Tintín "Destination Moon"  (1953) ofrecía a los lectores un cohete espacial muy parecido al observado por el testigo.
La imagen iconográfica del cohete espacial queda patente en la escultura que se expuso en San Francisco en 2010. Dicho monumento contiene los detalles mas importantes de la experiencia de Townsend.
Diversos artículos, juguetes y emblemas de la época contienen el "cohete" iconográfico observado por el testigo.
 
 
 
 
 
 
Tanto la forma del platillo volador como la de sus ocupantes tienen unas características nunca antes observadas en otro episodio OVNI. En la observación de Townsend, el típico “disco” ha sido “sustituido” por un “cohete”, más propio de los films y literatura de ciencia ficción de la década de los 40 y 50, y los supuestos tripulantes extraterrestres tienen la a apariencia y el tamaño de “latas de cerveza”. Estas “rarezas” ufológicas parecen provenir del inconsciente del joven testigo, que incorpora todos estos elementos bizarros a su encuentro cercano, bajo la “dirección” y “tutela” del agente externo. Elevando su experiencia hasta el culmen del absurdo, producto de su particular e intransferible interactividad con el agente externo. La extravagante y amplísima casuística OVNI está repleta de este tipo de incidentes, considerados enigmas insondables por los investigadores por la imposibilidad, hasta la fecha, de etiquetarlos o clasificarlos convenientementes.










JOSE ANTONIO CARAV@CA


 
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