domingo, 12 de octubre de 2014

UNA FOTOGRAFIA MUY EXTRAÑA

 

 




A principios de los años ochenta el veterano ufólogo Andrés Gómez Serrano recibió en su domicilio de Algeciras (Cádiz) una carta anónima bastante curiosa. La misiva venia sin remite y solamente el matasellos indicaba al estudioso gaditano que aquel envío procedía de la provincia de Avila. En el interior del sobre no había ninguna nota manuscrita, y para mayor sorpresa de nuestro protagonista había tan solo una fotografía y un negativo. La imagen era sencillamente espectacular. Se trataba de una toma del Faro de Punta de Carnero (situado en el termino municipal de Algeciras), donde se observaba un potente foco de luz (¿el sol?) que irradiaba gran luminosidad y proyectaba un torrente de luz hacia el mar de gran belleza. El agua evidenciaba la gran luminosidad del fenómeno fotografiado que era semejante (o era el mismo) al producido por el sol. Pero ahí no acababan los sobresaltos.


Imagen recibida de forma anónima por Andrés Gómez Serrano.

Detalle de la etiqueta
 
 
 
 
 
 En el margen superior derecho de la fotografía había un rotulo, adherido a la imagen original, que contenía la siguiente leyenda sobre una pequeña etiqueta blanca: FARO DE PUNTA CARNERO ALGECIRAS 15-4-1.975 . Lo insólito del caso es que el negativo que contenía el sobre no se correspondía al original de la toma, como pensó en un primer momento Gómez Serrano, si no que era el resultado de fotografiar la imagen sobre una mesa o soporte, por lo que ambos lógicamente, tanto la instantánea como el negativo incluían el rotulo. La persona que había remitido la información había realizado una fotografía sobre otra.

Gómez Serrano junto al autor del reportaje sosteniendo la extraña fotografía
 
 

 
 
 
 
Este detalle desconcertó a Gómez Serrano que pensó que aquella imagen, podía pertenecer a algún tipo de archivo, y que alguien se había tomado la molestia de cogerla y realizar una copia con su propia cámara fotográfica. Inmediatamente varios fotógrafos profesionales observaron la toma indicando que lo mas probable es que se tratara de algún tipo de trucaje realizado al fotografiar el sol, utilizando para ello distintos filtros para evitar que se expusiera demasiado el negativo a la luz del astro rey.
 

La zona en la actualidad
 
 
 
 
 
La antigüedad de la foto (que si bien no puede tomarse a ciencia cierta como la que incluye la propia imagen en el rotulo), por lo menos nos retrae a los primeros años de la década de los ochenta, lo que descarta que pueda tratarse de un efecto conseguido a través de las modernas técnicas de trucaje con ordenador al alcance de muchos usuarios. Algunos fotógrafos a petición del autor del reportaje han intentado reproducir la instantánea con los nulos resultados que se aprecian junto a estas líneas.


La fotógrafa profesional Cristina Ramos intento repetir el efecto sobre el sol con los resultados que se acompañan.
 
 
 
 



 
Evidentemente la persona que logró la fotografía ha conseguido plasmar una extraordinaria estampa casi insuperable en calidad y belleza, y al parecer podríamos indicar que irrepetible. No obstante Gómez Serrano aun no descarta la posibilidad que la imagen encierre algún enigma que aun este por desvelar...











JOSE ANTONIO CARAV@CA





Prohibido la reproducción total o parcial del material incluido en el presente blog sin previa autorización del autor . Propiedad de Jose Antonio Caravaca.

sábado, 4 de octubre de 2014

EL ENCUENTRO OVNI DE KERA: EL CASO MAS EXTRAÑO DE LA HISTORIA






Ni la imaginación de un guionista de Hollywood hubiera podido concebir una historia de contacto extraterrestre tan alucinante como la supuestamente protagonizada por unos adolescentes japoneses. Con los ingredientes de una película de ciencia ficción el incidente merece ocupar un lugar de excepción dentro de la enorme, variopinta y a veces absurda casuística ufológica. 42 años nos separan del que sin duda puede ser considerado como uno de los expedientes OVNIs más desconcertantes y extraños que se haya registrado en el mundo…

UN EXTRAÑO HALLAZGO
La historia comienza el 25 de agosto de 1972 en la zona Kera,  situada en la ciudad de Kochi, capital de la Prefectura de Kochi en la isla de Shikoku (Japón). Aquella tarde, sobre las 15:00 horas, un joven estudiante de 13 años, llamado Michio Seo, de regreso a su domicilio observó, sobre un campo de arroz, lo que en un principió creyó que era una bola de fuego. Inmediatamente se percató que se trataba de un pequeño objeto metálico que flotaba a 1 metro de altura del terreno. El artefacto, de aspecto plateado, tenía forma de sombrero con una base plana. El testigo afirmó que aquella cosa se movía dando vueltas como un murciélago. Cuando Michio Seo se acercó al pequeño platillo volador éste emitió un rayo cegador al testigo, que asustado huyó a su casa.
El extraño artefacto volador fue fotografiado  por los jóvenes escolares







Momentos más tarde, sobre las 19.00 horas, el protagonista de éste insólito avistamiento, volvía al lugar de los hechos en compañía de cuatro amigos, Hiroshi Mori, Yasuo Fujimoto, Katsuoka Kojima y Yuji. Tras una hora de espera, observaron a unos 18 metros de distancia, el regreso de la diminuta aeronave. En esos momentos el sol estaba casi en el horizonte, los testigos pudieron notar que el objeto emitía una luz multicolor pulsante. Uno de los jóvenes se aproximó al platillo y de pronto, emitió un sonido ensordecedor a la vez que comenzó a brillar con un tono azulado. Aterrorizados el grupo de "exploradores" huyó a la carrera del lugar. Días después, los jóvenes frecuentaban el campo de arroz con la esperanza de volver a ver el artefacto. Pero no fue hasta el 4 de septiembre, cuando los cinco jóvenes se encontraron de nuevo, sobre las 21:00 horas, con el extrañó artefacto volando a 1 metro de altura. En esta ocasión el objeto parecía sentir curiosidad por sus jóvenes observadores y se aproximó al grupo a la vez que comenzaba a brillar intensamente. Asustados los estudiantes corrieron despavoridos. Dos días después, la noche del 6 de septiembre, los testigos se encontraron el platillo volador sobre el campo de arroz y consiguieron realizar una fotografía. Al disparar el flash de la cámara el objeto comenzó a girar y rápidamente se elevó en el aire. En esos momentos consiguieron realizar otra instantánea del diminuto OVNI. Entonces, ante la mirada atónita de los jóvenes, el artefacto emitió una luz muy potente y cayó al suelo originado un pequeño hoyo en el terreno mientras dejaba de girar.
Marca dejada por el pequeño platillo volador en el suelo...








Hiroshi Mori, de 14 años, se acercó al enigmático objeto y tras comprobar que había dejado de moverse y parecía inerte, decidió cogerlo son sus propias manos, mientras otro de los jóvenes inmortaliza el momento. El grupo decide introducir la minúscula nave espacial en una bolsa de plástico y tras guárdala en una mochila, Michio Seo se la lleva a su casa. Allí los estudiantes realizan un pequeño análisis de la pieza. El platillo volador tiene casi 15 cm de ancho y casi 7 cm de altura, teniendo un peso de alrededor de 1,3 kilogramos. Lo más curioso es que el objeto en su base tenía una serie de líneas concéntricas, además de 31 pequeños agujeros y tres extravagantes diseños. Michio Seo dijo posteriormente que los dibujos de su base parecían representar ondas o nubes, un pájaro o una especie de "objeto volador", y algo que puede interpretarse como una flor. Los jóvenes no son capaces de distinguir ningún tipo de sistema de propulsión en la supuesta maquinaria, ni ventanillas ni puertas. Tras su pequeño estudio, el grupo decide llevar el platillo volador al domicilio de Yasuo Fujimoto, ya que su padre, el Sr. Mutsuo, era el director del centro para la enseñanza de las ciencias en la ciudad de Kochi. Aunque, lamentablemente, pensado que era un asunto de críos el Sr. Fujimoto no prestó demasiada atención al supuesto hallazgo intergaláctico de los estudiantes. Posteriormente diría a la prensa: "era algo como un cenicero, de hierro fundido, pero demasiado liviano para ser de este metal. El objeto tenía una tapa debajo que era imposible de abrir y dentro había unas piezas similares a las de una radio. No le di más importancia, pero ahora me arrepiento de no haberlo estudiado más de cerca".
Michio Sea fotografiado por sus amigos con el pequeño disco volador en sus manos.







Al día siguiente de forma inexplicable el objeto desapareció de la mochila de Mori. Este hecho no desmoralizó a los jóvenes que en el transcurso de dos semanas aseguraron presenciar el vuelo de objetos similares al menos en 6 ocasiones. Lo más extraño es que tras esperar una nueva ocasión, volvieron a capturar el pequeño artefacto que volvió a esfumarse al poco tiempo. Tras una reunión, los estudiantes analizaron los hechos y comprobaron que el platillo volador solía aparecer los días soleados y nunca bajo lluvia, éste detalle les hizo concebir un elaborado plan para atraparlo.




ESTUDIANDO AL PEQUEÑO PLATILLO VOLADOR
El 19 de septiembre, se presentó una gran ocasión. Los jóvenes encontraron el artefacto posado en tierra. Entonces, tras cubrirlo con varios trapos derramaron un cubo de agua sobre la pequeña maquina voladora, momentos después introdujeron agua en el objeto a través de los orificios de la base. A continuación el objeto emitió un ruido ensordecedor parecido al zumbido de una cigarra mientras el interior del artefacto comenzó a brillar. Temerosos de que el dispositivo comenzara una ofensiva contra sus captores, los jóvenes comenzaron a tirar piedras al artefacto. Cuando creyeron que no representaba ninguna amenaza, los estudiantes llevaron su gran captura a la casa de Katsuoka Kojima, donde examinaron y fotografiaron detenidamente la nave espacial. En su interior divisaron un gran número de mecanismos en miniatura, palancas y dibujos raros. Intentaron, en vano, abrir el objeto introduciendo un alambre por uno de sus orificios. Pero lo más curioso de la pieza, es que al colgarla boca abajo, con la ayuda del alambre, los estudiantes observaron que la base se separaba ligeramente de la cúpula. Entonces pudieron ver un "complicado equipo electrónico", parecido a los componentes de una radio, además de un raro material viscoso inidentificado.


El enigmático platillo volador tenía unas inscripciones en su parte inferior
Medidas del artefacto y dibujos contenidos en su base...







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Entre las pruebas que realizaron los jóvenes intentaron comprobar la dureza del objeto golpeándolo reiteradamente con un pisapapeles sin causar ningún daño a la pieza. Con gran imaginación los estudiantes idearon más experimentos para su captura. El investigador Rob Morphy autor de un excelente reporte titulado “The Bizarre Case of the Kera UFO Encounters” (2011) escribía que: "los chicos decidieron hacer otro experimento introduciendo el OVNI en el horno para ver qué clase de temperaturas podría soportar, pero antes de que tuvieran la oportunidad de llevarlo a la práctica, la madre de Kojima, Aiko Katsuoka, sabiamente, decidió poner el freno a las pesquisas de los escolares". También se negó a permitir que guardaran el objeto en su refrigerador, ya que los muchachos creyeron que el frio podría impedir que el OVNI escapara otra vez. Tras su “análisis” el grupo llegó a la conclusión que el dispositivo era probablemente una especie de mecanismo de vigilancia "controlado remotamente" de origen desconocido. Entusiasmados por su gran hallazgo científico los niños decidieron mostrar el platillo volador a sus compañeros de clase al día siguiente. Para custodiar el OVNI lo envolvieron en numerosos trapos húmedos esperanzados que este sistema impedía la fuga del supuesto mecanismo extraterrestre. Seo y Mori fueron los encargados de custodiar el objeto. Sin embargo el artefacto volvió a desaparecer ese mismo día. Ni las intensas búsquedas de los jóvenes lograron dar con el paradero del OVNI.
Mutsuo Fujimoto uno de los adultos que pudo observar el disco volador que habían capturado los jóvenes. Reconstrucción realizada para un programa de la televisión nipona.

No obstante la bizarra historia no había terminado. Horas más tarde Kojima y Mori estaban jugando a la pelota cuando encontraron el objeto en el suelo, tras una valla. Inmediatamente volvieron a capturar el objeto. Y de nuevo, la imaginación de los estudiantes se puso en movimiento. En esta ocasión, con gran lógica, decidieron pintar el OVNI para comprobar, si desaparecía y lo volvían a recuperar, si se trataba siempre del mismo objeto. Además, aquel 22 de septiembre decidieron turnarse en la vigilancia y custodia de su valiosa captura que introdujeron en una bolsa llena de agua, deduciendo que el líquido producía algún tipo de disfunción en el platillo volador. La bolsa estaba atada a la mano de uno de los jóvenes como medida de seguridad y control. Montaron en bicicleta y al llegar al taller de reparaciones, su presa se había volatilizado definitivamente para no volver a aparecer jamás.




UN CASO APARENTEMENTE “REAL”

El investigador Rob Morphy explica cómo se reabrió el caso tras permanecer largo tiempo en el olvido, quizás por lo extravagante e inverosímil de su contenido: "Debido a los rumores, en 2007, 35 años después de los acontecimientos en cuestión, Shinichiro Namiki, el director de la Sociedad Japonesa de Fenómenos Espaciales (JSP), reabrió la investigación. El jefe del expediente JSP, Kazuo Hayashi, fue enviado a hablar con los testigos restantes y confirmó que mantuvieron la veracidad de sus relatos originales. Durante el curso de su investigación, Hayashi se encontró con otro relato del diminuto OVNI que ocurrió en la misma Prefectura de Kera sólo 4 años más tarde. En la tarde del 6 de junio de 1976, una niña de 9 años de edad llamada Sachiko Oyama, desde la aldea de Agawa (ahora conocido como Niyodogawa-cho,) salió a buscar a su gato cuando ella observó un pequeño objeto luminoso amarillo flotando en el cielo (...)  entonces vio que el extraño objeto descendía sobre una arboleda cercana. Vencida por la curiosidad, la joven siguió al OVNI al borde de la línea de árboles.

El investigador japones Kazuo Hayashi realizó una reinvestigación del caso en 2007 y concluyó que aunque se trata de un suceso altamente extraño, todo parecía indicar que había sucedido tal y como los testigos narraron. (Cortesía Amamiya Kiyoshi). El ufólogo nipón Amamiya Kiyoshi confirmó al autor del reportaje la extrañeza del incinde de Kera así como su aparente realidad.





Fue entonces, cuando el objeto supuestamente chocó contra un árbol y procedió a aterrizar silenciosamente en el pavimento cerca de sus pies, momento en el que emitía un sonido "silbante". Oyama describiría que el objeto se asemeja a un sombrero de aspecto plateado (aunque algunas reportes dicen "negro") de 18 centímetros de diámetro (...) La niña sin temor se inclinó y tocó el objeto, que afirmaba estaba cubierto por una "sustancia viscosa" que se pegó a su dedo". Asustada Oyama regresó a su domicilio, pero antes pudo presenciar como el pequeño objeto despegaba con un resplandor amarillo girando a gran velocidad hasta perderse en la lejanía. El ufólogo japonés confirmó el testimonio de la joven, que en el momento de la entrevista en 2007 tenía 40 años de edad. La investigación del JSP determinó que el caso de Kera, pese a su absurdidad estaba basado en unos testimonios fiables y que no había indicios de fraude intencionado. Incluso en las entrevistas mantenidas con los jóvenes en la época del incidente se determinó que no parecía haber contradicciones destacables en sus relatos y que debatían algunos detalles del mismo, dando mayor realismo a su extraordinaria historia.

Algunos investigadores están convencidos que el extraño "disco volador" de Kera era un simple cenicero.


Algunas cajas para cigarrillos y tabaco contenían unos ceniceros que se ajustan a las fotografías mostradas por los jóvenes del "platillo volador"....







 No obstante algunos investigadores creen que pudo tratarse de una broma perpetrada por Michio Sea que al encontrar de forma accidental un raro objeto metálico en el campo, quizás, como indican algunos especialistas, algún extraño y poco usual tipo de cenicero portátil, ideó toda la trama del pequeño platillo volador. Por su parte, algo mas especulativo, Rob Morphy indica en su reporte que: "Tal vez estamos tratando con un dispositivo de vigilancia extraterrestre. Una tecnología desconocida enviada desde otro mundo o tiempo o dimensión o incluso de las profundidades del océano para observar  a la raza humana”. Aunque la lógica y el sentido común nos dicen que este evento es demasiado fantástico para ser cierto, quizás solo quizás, la realidad, en ésta ocasión supere a la ficción…





CURIOSIDADES EMOCT



ENCUENTRO EN HELSINKI
Un caso muy similar al protagonizado por los jóvenes japonés ocurrió en Finlandia. El 16 de marzo de 1979, en Helsinki, sobre el mediodía, Jarmo Nykanen, un testigo que había presenciado diversos OVNIs a lo largo de su vida, escuchó un extraño zumbido en las afueras de la casa que estaba cuidando a un amigo. Al salir de observó un pequeño objeto volador en forma de campana, de unos 50 cm de diámetro, que irradiaba una luz azul entre los árboles.


Una de las fotografías que muestran el pequeño platillo volador...





Tras realizar cinco fotografías el artefacto desapareció. Jarmo buscó por los alrededores del bosque, y junto al lago escuchó de nuevo un zumbido y volvió a ver el diminuto platillo volador. Al acercarse el OVNI dirigió un potente haz de luz a la cara del testigo que fue deslumbrado durante unos instantes. Tras tomar más fotografías del artilugio éste desapareció en la lejanía. Cuando Jarmo se acercó al lugar encontró trozos de metal y un líquido rojo en el suelo. Pudo tomar 12 instantáneas del OVNI...







JOSE ANTONIO CARAV@CA






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